Cuando hablamos de autoconfianza nos referimos a esa creencia, a esa fuerza interior y convencimiento que sentimos de que uno es capaz de lograr con éxito cualquier reto, tarea o misión que se proponga aún siendo conscientes de que pueden haber obstáculos.
Genera creatividad, perseverancia y nos ayuda a estar receptivos a todas las oportunidades que la vida nos ofrece para poder alcanzar nuestras metas.
Es una cualidad que se trasmite, por lo tanto, si la tienes, generarás confianza en los demás y crearás relaciones más saludables.
Tiene una relación directa con la autoestima, si esta es alta es más probable que también lo sea la autoconfianza.
La diferencia entre una y otra radica en que, la autoestima focaliza en lo que sentimos respecto a lo que creemos ser cuando nos comparamos con nuestro yo ideal y la autoconfianza en la capacidad que creemos tener para realizar una tarea o alcanzar un logro.
Por tanto la pérdida de confianza se produce cuando nos proponemos ejecutar una acción pero no damos los pasos oportunos porque no confiamos en alcanzar el logro. En ese momento creemos que nos somos capaces, que no tenemos las habilidades necesarias y tendemos a compararnos con otras personas que, a nuestro entender, si las tienen. Eso provoca la inacción y entonces nos privamos de la experiencia y por tanto no obtenemos la prueba de si hubiéramos sido capaces o no. Y ahí comienza el circulo vicioso, no nos damos la oportunidad, no hay resultado y no hay logro, tampoco podemos aprender de un posible error, nos quedamos estancados y perdemos autoconfianza y, de rebote, autoestima.
¿Y qué nos impide confiar? El auto concepto, las creencias limitantes, propias o heredadas, que se han fijado como lapas y que impiden avanzar y el comportamiento que ambas cosas genera haciéndose visible a las personas de nuestro entorno que nos devuelven la falta de confianza como si fueran un espejo.
Para aprender a confiar en ti misma/o y desarrollar una buena autoestima trabajaremos con aquellas creencias que te limitan, detectaremos cuáles son tus fortalezas, como las empleas en tu día a día y como te pueden ayudar para tu crecimiento personal. Destaparás miedos y asumirás riesgos tomando conciencia de todo ello hasta entender que todo depende de ti. Y cuando ese momento ocurra llegará la acción y el logro y entonces, te sentirás la persona más poderosa del planeta.
