Autoaceptación. Cultiva el amor por ti

Tenemos que olvidar lo que creemos ser para poder ser lo que realmente somos. Paulo Coelho

  • Tenemos que olvidar lo que creemos ser para poder ser lo que realmente somos

    Situándote en el momento presente tendrás una toma de conciencia de quien eres, que aspectos valoras de tu personalidad y cuales te gustaría cambiar. Te acompañaré durante el trayecto, siempre poniendo luz al camino donde, al final, te espera ese ser maravilloso que ya eres pero que, quizás, aún no has sabido reconocer.

A veces nos resulta difícil ser responsables y mimar lo que realmente somos. Aceptarnos tal cual  y reconocer que somos valiosos y dignos de amor y respeto es para muchos un gran reto. Pero hay que saber que aún con nuestras imperfecciones y errores seguimos siendo seres únicos, especiales, irrepetibles y con muchas características positivas.

Hay cosas que dependen de uno, otras no. Para poder aceptarnos a nosotros mismos debemos intentar ser objetivos y no emitir juicios de valor destructivos hacia nuestra persona para, desde el momento en el que nos encontramos, trazar un camino de hasta dónde queremos llegar, siempre poniendo el foco en lo que podemos hacer por nosotros mismos, desprendiéndonos de culpas y miedos, observándonos y mejorando aquellas cosas que, desde nuestra toma de conciencia, sabemos que podemos cambiar.

Este proceso es mucho más fácil desde la aceptación de lo que hay en este momento, en el aquí y el ahora.

Aceptarse no significa negarnos al cambio si no ser conscientes de aquellas carencias que podemos tener y que queremos mejorar.

Este proceso ayuda a reducir la probabilidad de verse inmerso en una sensación de baja autoestima y, por tanto, mejora tanto esta como la autoconfianza y el autoconcepto.

Situándote en el momento presente tendrás una toma de conciencia de quien eres, que aspectos valoras de tu personalidad y cuales te gustaría cambiar. Te acompañaré durante el trayecto, siempre poniendo luz al camino donde, al final, te espera ese ser maravilloso que ya eres pero que, quizás, aún no has sabido reconocer.