El poder de decidir

En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada. Theodore Roosevelt

  • En cualquier momento de decisión lo mejor es hacer lo correcto, luego lo incorrecto, y lo peor es no hacer nada

    Abordaremos las situaciones reales que se te estén dando definiendo el propósito de las decisiones a tomar, pondrás sobre la mesa las opciones disponibles identificando las ventajas y desventajas de cada una de ellas hasta escoger la más valida y convertirla en acción.

El proceso de elegir entre dos o más opciones no es fácil pero se hace necesario en todos los ámbitos de la vida, profesional, académico, personal… Es uno de los aprendizajes más importantes de cualquier persona por las consecuencias que pueda acarrear ya que el resultado que obtengamos dependerá de la elección que efectuemos.

En el ámbito profesional tener que tomar decisiones correctas es algo que se da cada día, es por ello vital tener conocimiento y experiencia en el tema.

Para ello se hace necesaria una metodología que permita elegir de manera rápida y eficiente. Es importante tener la capacidad de actuar proactivamente para hacer que las cosas ocurran en vez de esperar a que sucedan por si solas.

La decisión que tomemos vendrá determinada por los valores de la empresa o institución, por los nuestros propios y por la motivación que nos cause el propósito. Una vez tomada tendrá unas consecuencias que tendremos que sopesar antes de decidir.

Por otro lado tenemos la falta de determinación ante una situación que lleva a producir inseguridad y bloquea la acción. Aunque quedarse parado y no hacer nada también es una decisión tarde o temprano será necesario actuar. Es importante aprender a responsabilizarse de la elección tomada, si finalmente sentimos que nos hemos equivocado no hay que castigarse si no verlo como una gran oportunidad para aprender del error.

Abordaremos las situaciones reales que se te estén dando definiendo el propósito de las decisiones a tomar, pondrás sobre la mesa las opciones disponibles identificando las ventajas y desventajas de cada una de ellas hasta escoger la más valida y convertirla en acción. Llegado a este punto se puede decir que te habrás convertido en una persona proactiva que se responsabiliza de sus decisiones y que aprende durante el proceso.