El arte de saber delegar

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas. Séneca

  • No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas

    Trabajaremos para que alcances esta habilidad hasta conseguir centrarte en aquellas tareas en las que tú aportas valor mientras otros miembros de tu equipo se desarrollan e involucran desde la motivación y en pos de un resultado beneficioso para todos.

En el ser más efectivo y proactivo a la hora de obtener unos buenos resultados tiene mucho que ver el arte que tengamos a la hora de delegar.

Hay ocasiones en las que se nos amontona el trabajo y no sabemos cómo transferir parte del mismo, hay que cumplir unos plazos y sentimos que no llegamos y si lo hacemos es en detrimento de unos buenos resultados.

Distribuir tareas es la manera que podemos emplear para ser más productivos, tanto si somos  líder como si hablamos de un equipo de trabajo. Al final de lo que se trata es de alcanzar un óptimo resultado.

También ayuda en el desarrollo de las personas y como herramienta de mejora para la gestión del tiempo.

Delegar significa soltar e involucrar a otros en los resultados. Con ello se consigue, como líder, desarrollar a las personas que se tienen a cargo y crear  grandes equipos de trabajo.

¿Qué nos impide delegar?

  • Uno de los motivos es querer tener el control o, dicho de otra manera, miedo a perderlo porque, en definitiva, la responsabilidad sigue siendo nuestra.
  • También es frecuente el creer que solo nosotros sabemos hacerlo bien, si no delegamos los logros son nuestros, destacamos y nos convertimos en indispensables. Gran error pues ya sabemos aquello de que “la mancha de la mora con otra verde se quita”.
  • La falta de confianza en el otro también provoca que decidamos hacerlo todo nosotros. Para nuestra tranquilidad preferimos cargarnos de trabajo aunque con ello terminemos exhaustos.

Al final es tan sencillo como asignar una tarea concreta a la persona adecuada dejándole la libertad de desarrollar su creatividad sin perder de vista el objetivo.

Para ello es importante que haya una reflexión previa sobre quien puede ser esa persona y como hacerlo que, principalmente, debe ser a través del diálogo.

Trabajaremos para que alcances esta habilidad hasta conseguir centrarte en aquellas tareas en las que tú aportas valor mientras otros miembros de tu equipo se desarrollan e involucran desde la motivación y en pos de un resultado beneficioso para todos.