Entendemos por comunicación a la habilidad de trasmitir ideas, información y mensajes entre dos o más personas.
Existen dos tipos de comunicación básicas, la intrapersonal, constituida por todo aquello que nos decimos, y la interpersonal, que se da cuando emitimos mensajes al exterior.
Centrándonos en la comunicación interpersonal decir que de ella depende el llegar a desarrollar una buena capacidad relacional.
Para ello hay que conocer que no solo nos comunicamos con el lenguaje, también lo hacemos y en mayor medida con el cuerpo, es lo que llamamos comunicación no verbal.
Puesto que la comunicación sólo se da cuando existe una información de ida y vuelta se hace necesario desarrollar también la habilidad de escuchar y conocer, que no solo hay que estar atentos a las palabras y el tono del emisor, también hay que estarlo a aspectos corporales como la respiración, expresiones, posturas y movimientos entre otros.
Para que la escucha acabe siendo profunda, hay que atender a la información que se nos trasmite abiertamente, a lo implícito o simbólico, a lo que se repite, a lo que se descarta e incluso a lo que no se llega a decir.
Comunicación y escucha se dan la mano, no se entiende la una sin la otra y ambas competencias son necesarias para que una conversación sea enriquecedora para todas las personas que intervengan en ella.
Desarrollando estas dos habilidades lograrás conectar con tu interlocutor o con el grupo de personas a las que te quieras dirigir creando relaciones de confianza donde tan importante es la claridad del mensaje que quieres emitir como la calidad de la escucha que prestas.