Cincuenta días sin ti
Un nuevo día, ¡que ilusión!, desayuno y voy a verte. Sé que no debo pero con la excusa de la perrita…Anoche la bañé, no recordaba la blancura de su pelo, ¡es tan graciosa!
Cuando llego al lugar donde te encuentras y te miro me lleno de energía.
¿Sabes?… Tengo un sueño que se repite: Es verano, estoy apoyada en el quicio de la puerta del porche de una destartalada casa de madera, en medio del campo. El corto y translúcido vestido de seda que llevo puesto deja entrever mi escasa ropa interior. Frente a mí una silueta, intuyo su profunda mirada. Sonrío.
Semana 1. Agradezco que estés en mi vida
Semana 2. Llueve sobre mojado
Semana 3. Siento nostalgia
Semana 4. Admiro tu fortaleza ante la adversidad
Semana 5. A menudo me preguntan por ti
Semana 6. El domingo salen los niños, ya queda menos
Semana 7. Empiezo a ver el final del túnel
Semana 8. Este relato pronto verá la luz
Cada día de los más de cincuenta que ha durado este confinamiento he paseado con mi perrita recorriendo los trescientos metros que nos separan hasta llegar al lugar donde creces salvaje, mi adorada higuera.
Observarte me ha producido la calma que necesitaba en medio de la confusión; tus hojas, verdes y anchas, parece como si quisieran proteger las diminutas yemas de los que serán tus frutos.
La sombra que proyectas sobre el asfalto ha sido el lugar elegido para mis reflexiones y tu sola presencia me ha supuesto un alivio en esos momentos en los que, simplemente, he necesitado estar y respirar.
Has sido una gran aliada durante esta dura prueba de resistencia en ausencia de mi amor.
Nota: Por cierto cariño, la silueta frente al porche… es la tuya.
En el mes de Abril, en pleno confinamiento, me propusieron presentar un relato a concurso. El premio consistía en un Kindle y un vale de Amazon por importe de cien euros. Para mi no era muy motivador, un sólo premio para un concurso a nivel nacional, las posibilidades eran tan pocas…
Sin embargo, el tener un objetivo hacia el que dirigirme en medio de mi particular caos si que me ilusionaba. Me puse a ello.
Y este fue el resultado.
El jurado no lo premió. Pero para mi soy ganadora: Me abrí a la posibilidad atreviéndome y confiando en mis capacidades. El pedir opinión a personas de mi confianza me permitió mejorar el texto. También aprendí que es necesario generar espacios para que brote la creatividad y que es ahí donde surge la magia. Todo sumó y el resultado fue una divertida y enriquecedora experiencia.
Si focalizas en el aprendizaje que lleva implícita cada oportunidad que se presenta en la vida siempre ganarás, ese es el verdadero premio.
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