Buscando el amor con conciencia

Nos sentamos en la cafetería del hotel, el uno frente al otro. El no lo sabía pero su amplia sonrisa era mi bálsamo contra los nervios, aunque nos encontrábamos en la tercera sesión el era mi primer coachee y eso me hacía sentir una gran  responsabilidad.

-Manuel, ¿de qué quieres que hablemos hoy?

-De mi sueño, aunque quizás no existe. Quiero hablar de ese amor que ansío y que se me está resistiendo. Las relaciones que he tenido hasta ahora me han durado poco. En este momento siento que me gustaría compartir mi vida con esa persona especial pero no la encuentro. Creo que es mi inseguridad que no me permite fluir. Me han engañado en dos  ocasiones y no quiero fracasar de nuevo.

-¿Qué es para ti fracasar?

– Equivocarme, que no me salgan las cosas como yo quiero. Se me quitan las ganas de volverlo a intentar, dos errores son demasiados.

– Pero entonces… ¿Qué son? ¿Errores o fracasos? ¿Sabes cuál es la diferencia?

En ese momento se revolvió en la silla y me preguntó si quería tomar algo. El pidió un refresco, yo aproveché para ir al baño y dejarle a solas con su reflexión. Cuando regresé su mirada estaba perdida. Al notar que de nuevo me encontraba frente él volvió al momento presente.

-La palabra fracaso me suena mal, tengo la sensación de que no quiero equivocarme otra vez. Tampoco me apetece que los demás se enteren cuando las cosas me salen mal.

-¿Qué te sugiere el error?

La respuesta no se hizo esperar, adiviné que, en mi corta ausencia, el había estado cavilando sobre el asunto.

-Que no pasa nada,  es una oportunidad para el aprendizaje. En mis relaciones anteriores hubo momentos muy bonitos y otros que no lo fueron tanto. Cometí el error de dejarme llevar por una necesidad puntual de cariño y ahora tengo muy claro que es lo que no volvería a hacer.

En segundos la preocupación se borró de su cara y apareció en ella otra bella sonrisa. Su refresco seguía intacto sobre la mesa. Le pedí al camarero que me trajera otro igual y juntos brindamos… ¡Por el amor!

«Cuando cometemos equivocaciones tenemos dos opciones, no aceptarlo y sentirnos culpables por ello o aprender de la experiencia. Es importante darnos cuenta de cómo nos tomamos las cosas que nos ocurren y lo que nos decimos al respecto ya que, como dijo Gandhi, los pensamientos se convierten en palabras, las palabras en  acciones y estas, finalmente, en nuestro destino».

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